Insulsas insulserias y la revolucion chavista
¿Es Venezuela “roja, rojita” [[1]] y aun más importante, lo es Chávez? Venezuela, conocida mayormente como país exportador de crudo, de misses y en algun tiempo al menos, de telenovelas es ahora también foco del renacer de la izquierda latinoamericana. Pero, ¿qué izquierda y quien es realmente este personaje que atrae interés a nivel nacional, regional y mundial? Militar de formación, difícil de encasillar bajo tendencia ideológica alguna [[2]], ha sido, sin embargo, definido como líder de una de las dos izquierdas latinoamericanas [[3]]. “Chávez no es Castro, es Perón con petróleo” [[4]]. Así lo han catalogado para expresar que el populismo, la retórica vacía con una alta dosis de nacionalismo y aderezada con un llamado a los más profundos sentimientos anti-imperialistas (que en los actuales momentos encuentran fácil eco en una gran cantidad de actores a nivel mundial), caracterizan a este líder de la “wrong left”. Haciendo a un lado los juicios de valores y la tendencia a sobre-simplificar la compleja problemática latinoamericana, el estudio de la evolución del proyecto chavista dentro de un contexto regional que enmarca cuanto sucede y ha sucedido en otros países de la región es no solo un importante ejercicio intelectual sino uno de los pasos necesarios para entender hacia donde y cuales son las consecuencias de la adopción del llamado “socialismo del siglo XXI” en Venezuela.
Esta nueva era del socialismo de la que Chávez habla, incluye el cierre de uno de los dos canales de televisión que abiertamente han opuesto su gobierno (Radio Caracas Televisión RCTV) y la nacionalización de las empresas de telecomunicaciones CANTV y de energía Electricidad de Caracas. Mas importante aún es el uso que hará de una Ley habilitante para profundizar los “cambios”, entre los cuales una posible reforma al régimen de ganancias de las empresas para sujetarlas a un control que se vendría a añadir a los múltiples ya existentes controles de precios, moneda extranjera y otras contribuciones sociales. Asimismo, preconiza una mayor confrontación con el “imperio” (Estados Unidos) y un aislamiento nacionalista manifestado en la reciente inauguración de su nuevo período presidencial donde ningún mandatario de otro país se hizo presente.
Las dos caras del discurso nacionalista
En su “tale of the two lefts”, Castañeda cataloga como favorable la actitud de ciertos gobiernos latinoamericanos de izquierda que han propiciado acercamientos con los Estados Unidos a través de acuerdos internacionales por oposición a aquellos que como Chávez, confrontan las políticas exteriores estadounidenses. Cita el caso del Tratado de Libre Comercio de Chile y el Acuerdo Bilateral de Inversiones con Uruguay como positivos aun cuando estos tratados han sido controversiales desde muchos puntos de vista incluyendo las duras normas de protección a la propiedad intelectual y las inversiones que no son del todo favorables a los países en vías de desarrollo. Lo que falta en el análisis es la influencia, a mi juicio mucho más negativa que el discurso populista y nacionalista ha tenido en la integración regional.
El pasado 2006, Venezuela anunció su salida de la CAN (Comunidad Andina de Naciones que agrupa a Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), un esquema de integración sub-regional acusado de no haber traído beneficios a los habitantes de la región. La salida de la CAN fue justificada en razón de la negociación de Tratados de Libre Comercio con los Estados Unidos por parte de Colombia y Perú. Sin embargo, renunciar a la CAN e ingresar al MERCOSUR (Mercado Comun del Sur), otro tratado de integración regional que agrupa a Brazil, Argentina, Paraguay y Uruguay pareciera una decisión estratégica más que un verdadero cambio guiado por ideología alguna, especialmente si se considera el marco general de las relaciones de los países del MERCOSUR con los Estados Unidos, que Uruguay podría pronto iniciar negociaciones para un TLC y que los países andinos comprometidos en la firma de un TLC gozaban de preferencias arancelarias (Acta de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas, ATPDEA) que de no ser renovadas o incluídas en un tratado, afectarían de grave manera sus exportaciones (cosa que no sucede con el principal producto de exportación de Venezuela). Hace pocos días Chávez expresó que Venezuela re-evaluará su salida de la CAN. Donde la oposición ha fallado es en un análisis más profundo de estos y otros hechos que ayude a escudriñar qué partes del discurso chavista son retórica pura y que partes responden al menos teóricamente a las necesidades de un pueblo, en su mayoría pobre y excluído que con su voto ha castigado a la antigua clase dirigente pero que aun no ve mejoras sustanciales en los problemas que aquejan al país, especialmente la desigualdad extrema característica de toda la región[5]. Es decir, preguntarse: ¿Hasta qué punto la “izquierda incorrecta” hace mal o bien al criticar ciertos acuerdos comerciales para poder descubrir qué parte del discurso y del proyecto chavista es verdaderamente incorrecta?
Camino al Socialismo del Siglo XXI
No obstante la presión de ciertos sectores de oposición que pedían desconocer los resultados de las elecciones, el candidato opositor Manuel Rosales reconoció la victoria de Chávez dejando a salvo que la diferencia en porcentajes era algo menor que la reflejada en las cifras oficiales. El presidente, reelecto por segunda vez (la primera ocasión fue en 1998 y el Tribunal Supremo de Justicia le otorgó un tiempo extra al decidir que su primer período comenzara a contar otra vez a partir de 1999 y por un lapso de 6 años) ha anunciado que se reformará la Constitución para permitir su permanencia indefinida en el gobierno. Las críticas por parte de diversos sectores incluyendo expertos constitucionalistas no se han hecho esperar. El hecho que la Asamblea Nacional (Parlamento) esta formada en un 100% por simpatizantes de su proyecto, hace temer que una reforma a la Constitución pueda saltar la fuente de poder constituyente originario: el pueblo. Aun entre sus adeptos, un significante número difiere acerca de la conveniencia de perpetuar indefinidamente su permanencia en el poder.
Sin lugar a dudas, Chávez ocupa una posición importante dentro del liderazgo latinoamericano para el júbilo de algunos y preocupación de otros (especialmente el gobierno estadounidense). Ha ocupado los titulares de medios de comunicación a nivel mundial y tan solo la semana pasada el Washington Post[6] y “The Economist” (el título de este último habla por sí mismo: “With Marx, Lenin and Jesus Christ”[7]) han dedicado espacios al análisis de sus políticas y al futuro de los movimientos de izquierda en latinoamérica.
Después de un mes en el cual las fiestas navideñas opacaron tanto las celebraciones por un nuevo período presidencial como los lamentos del 36,90 % de venezolanos que apoyaron al candidato de oposición, el inicio del 2007 se ha caracterizado por una ráfaga de noticias que parecen abrir el camino hacia el “socialismo del siglo XXI” que Chávez ha afirmado implantará proximamente. Durante los últimos días, Chávez ha pronunciado folklóricas frases (celebradas por unos y criticadas por otros). A los representantes de la Iglesia Católica les ha mandado a ocuparse de sus propios asuntos (“zapatero a su zapato”, sin ninguna alusión al Primer Ministro Español) mientras que a Insulza, Secretario General de la OEA (Organización de Estados Americanos) lo describió como “pendejo” de la “p” a la “o” (algo así como idiota pero mucho menos respetuoso). Episodios como este, han sido reiterados a lo largo de su mandato y así como en el caso de Insulza, la retórica ha servido para exaltar los sentimientos nacionalistas actuando en su favor y no en contra como se podría pensar. Mucha tinta ha corrido para criticar ambas manifestaciones del discurso del Presidente Chávez. Pienso que aun vale la pena indagar más acerca de este y otros contenidos de su discurso para entender hacia donde avanza el proyecto que propone.
[1] Lema de la campaña electoral de Chavez, en la cual, tanto el, como quienes lo acompañaban, afirmaban reiteradamente que la empresa de petroleos del estado (PDVSA), las Fuerzas Armadas Nacionales y otras instituciones eran “rojas, rojitas”.
[2] Giuseppe Cantelmi. Il colonnello rosso Hugo Chavez Fria. L'Arengo del Viaggiatore, numero 18, 16 Dicembre 2006.
[3] Vease Petkoff, T. Las dos izquierdas, en Nueva Sociedad No 197, 5-6/2005, p. 120, disponible en www.nuso.org/upload/articulos/3263_1.pdf
[4] Jorge Castañeda. Latin America's Left Turn From Foreign Affairs, May/June 2006, disponible en
[5] Latinoamerica es la region del mundo con mayor desigualdad. The Economist. Inequality in Latin America. A stubborn curse. Nov 6th 2003, disponible en http://www.economist.com/World
[6] Venezuela's Leap Backward. Hugo Chávez steers his country toward the socialism of the 20th century.
Wednesday, January 10, 2007; Page A12, disponible en http://www.washingtonpost.com
[7] http://www.economist.com/world/la/displaystory.cfm?story_id=8522131